Mi Sentir y mi Pensar sobre la Pandemia
Eva Blanco Molinares
En medio del miedo, la desinformación o información no apropiada como afirmó mi maestro Patarroyo (marzo, 2020), sobre la pandemia del COVID 19 y en medio de audios, noticieros, entrevistas, logre hacer silencio para sentir mi respiración, el latir de mi corazón y alabar al dueño de mi vida, llegando a algunas precisiones de aprendizaje desde las cinco dimensiones del ser humano, ya que soy una convencida que es el momento de armonizar, de equilibrar las cinco dimensiones porque la pandemia ha tocado la esencia de la persona de manera holística y desde mi humildad y mi nada, hago las siguientes afirmaciones:
- Desde lo físico o bilógico se ha tomado como una medida preventiva, el lavado correcto de manos y guardar dos metros de distancia entre persona y persona para minimizar el contagio. Es valido teniendo como premisa que la enfermedad es producto de la interacción del medio interno del ser vivo en este caso el humano, y el medio externo en donde hay varios factores que se pueden identificar tales como la contaminación del medio ambiente por olvido del cuidado de la casa común (Papa Francisco), por nosotros los humanos, pero también por falta de ética, bioética e integridad científica como lo afirmó el brasilero Garrafa (2019), en el VII Dialogo de Ética e Investigación razón por la cual, los hilos del poder manipulan a su conveniencia, priorizando sus propios intereses y sacrificando el bien común.
- En toda enfermedad, hay una lucha entre el agresor en este caso el virus y la persona. En esta interacción ambos hacen uso y despliegue de todo su arsenal para ganar la batalla; es así como algunos mueren y otros logran sobrevivir.
- Para el agresor el virus COVID 19 su capacidad de virulencia y su ingreso por una puerta de entrada que no lo detenga, es ganancia en la batalla aunque no de la guerra, porque el ser humano tiene algo maravilloso que se llama sistema inmune que una vez que detecta un agresor pone en marcha su respuesta de defensa que se inicia desde el mismo momento que identifica al enemigo. Para el caso de los virus desde su puerta de ingreso se activan moléculas con actividad antiviral como los interferones, citocinas, e Ig A secretora. No obstante de ello, el adulto mayor por deterioro de su sistema inmune es más susceptible a sufrir la enfermedad.
- El buen funcionamiento del sistema inmune es directamente dependiente de hábitos de vida saludable, también hay que recordar que el Sistema Inmune hace parte junto con el endocrino y el nervioso de lo que se conoce como Sistema Homeostático Mayor, están interrelacionados de tal manera que en el ámbito psicológico las emociones, los estados de eustrés y distrés (Rojas, 2011), los neuropéptidos del cerebro activan la secreción de hormonas y de citocinas que se dirigen a sus receptores ubicados en las células, lo cual puede llevar a un estado de armonía, pero también pueden ser causal de enfermedades.
Es desde esta perspectiva que las dimensiones biológicas, emocional, social y espiritual se articulan en los estados de salud y enfermedad y su comprensión y profundización del tema está directamente relacionada con la dimensión intelectual. Desde lo espiritual hay que recordar que para los Cristianos Dios es un Dios de Amor y Misericordia que nos ha dado libertad para nuestra toma de decisiones, por lo tanto no es recomendable pensar que lo que esta sucediendo es un castigo divino, es mirarlo como la consecuencia del actuar del hombre sobre la casa común y en relación a los otros seres humanos y mirar este acontecimiento como la oportunidad para renacer, despertar y avivar el mandamiento del amor que nos dejo Jesús. El Amor es la cúspide del entendimiento (Habif, 2020).
El aprendizaje de esta pandemia desde mi Sentir y Pensar es la oportunidad para poder escuchar al otro, poder amar y expresar amor al otro, compartir en el hogar, recuperar el dialogo en la familia, reconciliarnos con la madre naturaleza; reconocer cuan frágiles somos y cuan llenos de soberbia estamos. Es tomar consciencia que llego el momento de cooperar, de aportar, de apoyar, de ser solidarios.
Es necesario el equilibrio, la armonía entre el mundo interno del humano y su mundo externo y ese sólo se logra cuando tenemos la esperanza, la fe y el amor que por misericordia nos da Dios. Llego el momento de la Civilización del Amor.